Kyosho nº 397, junio
2021
Comentarios Iniciales
por Yamada Ryôun
De nuevo: la cuestión de
la vida y la muerte
En mis comentarios iniciales para la revista Kyôshô
#388 en la primavera de 2019 sobre "La Cuestión de la vida y la
muerte" concluí de la siguiente manera:
Ryôun dice:
"Toda existencia es el Ser. La mente es montañas,
ríos, tierra,
sol, luna, estrellas. El cuerpo son montañas, ríos,
tierra, sol,
luna, estrellas. Cuerpo y mente son montañas, ríos,
tierra, sol,
luna, estrellas. La vida es montañas, ríos, tierra, sol,
luna,
estrellas. La muerte son montañas, ríos, tierra, sol, luna, estrellas. La vida
y la muerte son montañas, ríos, tierra, sol, luna, estrellas. Toda la
existencia, la Unidad, el Ser, la mente, el cuerpo, la vida, la muerte – todos
son inútiles. Sólo: montañas, ríos, tierra, sol, luna, estrellas. ¿El problema
de la vida y la muerte? ¿A qué te refieres?"
Ahora, mientras leo estas palabras de nuevo, afirmo
que son verdaderamente correctas. Sin embargo, creo que, entre los lectores de
aquel momento, había muchos que, literalmente, se preguntaron: "¿De qué
está hablando? No lo entiendo."
La cuestión de la vida y la muerte es el mayor y
principal problema de la humanidad. Gautama Siddhartha, después
Shakyamuni Buda, a través del Zen, descubrió experiencialmente "el
verdadero Hecho de la existencia", y total y finalmente resolvió la cuestión de la vida y
la muerte. El contenido de lo que Shakyamuni descubrió debe ser transmitido por
todos los medios. Desde ese punto de vista, me gustaría tratar de explicar más a
fondo la anterior cita.
La respuesta a la pregunta de la vida y la muerte,
expresada más concisa y claramente en palabras, se puede encontrar
en el Hannya-shingyô-Sutra
(cf. Comentarios iniciales sobre el Sutra en Kyôshô
#314 [sept.-oct. 2005].) Permitidme citar el pasaje central sobre la vida y la
muerte en el Hannya-shingyô-Sutra:
Forma no es sino
Vacío
Vacío no es
sino Forma
Lo mismo vale
para las Sensaciones, el Entendimiento, la Voluntad y la Consciencia.
Sariputra, las
formas de todas las cosas son Vacío,
No nacen, no mueren.
Como siempre digo, "forma"
se refiere
a todo
el mundo
fenoménico; "sensaciones, entendimiento, voluntad y consciencia" se refiere a
toda nuestra
actividad mental. Por lo tanto,
podemos reformularlo de la
siguiente manera: "Las
montañas, los ríos, la
gran tierra,
el sol, la luna,
las estrellas,
son una
Vaciedad. Una Vaciedad
son montañas, ríos, gran
tierra, sol, luna,
estrellas. Sentirse feliz
es una
Vaciedad. Sentirse triste
es una
Vaciedad. La vida
es una
Vaciedad. La muerte
es una
Vaciedad. En una
Vaciedad no está el nacer ni tampoco el morir".
Por lo tanto, "Sentirse
feliz o triste es montañas, ríos,
gran tierra, sol, luna, estrellas".
Del mismo modo, "La vida y la muerte son montañas, ríos,
gran tierra, sol, luna, estrellas".
Expresándolo de manera diferente: "La Vida es sentirse feliz,
sentirse triste. La Muerte
es sentirse feliz,
sentirse triste". Y para que hacerlo todavía más claro: "La Vida no sino
la Muerte, la Muerte no es sino la Vida".
Es decir, todo en
el mundo
fenoménico, incluyendo vida y muerte,
y todas
nuestras actividades mentales
no son
sino la forma de
nuestra Esencia, es decir,
"una Vaciedad" que está actuando en todas sus
manifestaciones.
No es que la
vida se
convierta en muerte,
ni que
la muerte
se convierta
en vida.
Ambas vida
y muerte
son la
manifestación de la gran actividad del "verdadero
Yo".
El Maestro Dôgen expresó
esta realidad
como "Vida
y Muerte
no son
otra cosa que el Buda. Vida
y Muerte son Nirvana".
("Shôji" [Vida y
Muerte] en Shôbôgenzô).
"Nirvana" expresa paz,
quietud, pero en
Vida y
Muerte, el mundo
dinámico del verdadero
Yo está actuando. En mi opinión
la expresión
de Nirvana
del Maestro
Dôgen incluye
este dinamismo.
Además, para describir lo
que dije anteriormente: Vida y Muerte como "la manifestación de la gran
actividad del verdadero Yo" – Dogen Zenji también usa la palabra
"status" [kurai]. "La vida es un estatus momentáneo y la muerte
es un estado momentáneo" ("Genjô-Kôan" en Shôbôgenzô). Y en otro
sitio, El Maestro Dôgen dice lo siguiente con respecto a la vida y la muerte:
"La Vida no se convierte en muerte: esta es una costumbre establecida del
Dharma del Buda. Así que se le llama No-Vida. La Muerte no se convierte en
vida: Este es el giro establecido en la Rueda del Dharma. Por lo tanto, se le
llama no-perecer" (ibíd.).
Si tuviera que transformar
concisamente las palabras del Maestro Dôgen en mis propias palabras: "La
Vida no se convierte en Muerte. La Vida no es más que la Muerte desde el
principio. Esto se llama No-Vida. La Muerte no se convierte en Vida. La Muerte
es Vida desde el principio. Esto se llama No-Muerte".
Para aquellos que no
puedan entenderlo, permitidme añadir
una explicación. Imaginemos que la mano derecha
sea la
vida y
la izquierda la muerte. La
mano derecha
no se
convierte en la
mano izquierda, y la mano izquierda
no se
convierte en la
mano derecha.
Dese la perspectiva del cuerpo
en su
conjunto la mano
derecha es desde
el principio
la mano izquierda, y
la mano
izquierda la mano
derecha. Tanto la
mano derecha
como la
mano izquierda
son la forma en
la que funciona un
cuerpo. ¿Se comprende ahora?
Permitidme aprovechar esta
oportunidad para hacer una advertencia.
Es algo que siempre digo,
es decir, que el Camino de Buda no es un "pensamiento". No hay "pensamiento" en Shakyamuni.
Shakyamuni descubrió a través de la experiencia "la verdadera
Realidad de la existencia". Y trató al máximo de transmitir
este gran descubrimiento
- sin duda el mayor descubrimiento
en la historia humana.
Y a través de los esfuerzos de aquellos que han tenido la misma experiencia de Shakyamuni, este
Mundo ha permanecido vivo
– apenas vivo – hasta el día de hoy.
Como dije en Kyôshô #314
Shakyamuni no dejó absolutamente nada escrito. Se puede decir que lo que
transmitió fue solo la realidad descubierta a través de la experiencia. No
olvidemos: el mundo descubierto por Shakyamuni fue transmitido enteramente a
Kashyapa, no solo sin ningún escrito, incluso sin decir ni una palabra.
Tampoco la cita anterior del Hannya-shingyô-Sutra es un "pensamiento" o una "forma de pensar". Son palabras que transmiten
el mundo descubierto
experiencialmente sin siquiera una astilla de pensamiento.
Vacío o la "Vaciedad” del Hannya-shingyô-Sutra no es un "pensamiento".
Cuando recitamos el Hannya-shingyô-Sutra debemos ser capaces de escuchar la "voz", temblando
de emoción, transmitiendo el tremendo descubrimiento, no un pensamiento en
absoluto. Todos los sutras son de la misma manera comunicaciones de la Realidad, no pensamientos. Como escribí en Kyôshô #314, en la Realidad no hay pensamiento.
Advierto a los que trabajan
con koan, incluido el koan Mu, para que sean extremadamente cuidadosos en no
permitir que "incluso una astilla de un pensamiento" entre en juego.
Si entrara "incluso una astilla de un pensamiento", aunque paséis el
koan en el cuarto del dokusan, nunca pasaréis el koan en su verdadera sustancia.
Aquellos sin experiencia,
especialmente los académicos sin experiencia, utilizan indiscriminadamente la
palabra "pensamiento" y las palabras relacionadas, tales como: El
Pensamiento Budista, el Pensamiento de Shakyamuni, el Mensaje del Hannya-shingyô-Sutra,
la Idea del Vacío, y así sucesivamente. Sin la experiencia, no tienen ninguna
otra forma que entrar a través de las palabras. Comprendo que solo pueden
acercarse a través de pensamientos, pero es como explicar analíticamente la
dulzura del azúcar sin haber probado nunca azúcar. No importa cuántos miles de
palabras y miles de horas gasten en el asunto, la realidad no se transmite. Por
supuesto, su contribución en los campos de la historia, la sociología, la
arqueología y la taxonomía son valiosos.
Qué sinsentido es hablar del "pensamiento" de Shakyamuni
puede expresarse de la siguiente manera:
El descubrimiento experiencial de Shakyamuni,
es decir, su gran iluminación,
fue el descubrimiento
de que una entidad como "Shakyamuni" nunca existió
en ninguna parte.
Si Shakyamuni nunca existió en
ningún sitio, es imposible que
exista el "pensamiento"
de Shakyamuni.
Quiero repetir de nuevo que lo que buscamos no es "pensamiento",
sino nada menos que el descubrimiento claro del verdadero
Hecho a través de la experiencia y
la personalización de ese mundo descubierto.
Solo hay una forma de alcanzar este
objetivo: zazen.
(traducido por Mª
Ángeles Herrán de la versión en inglés por Jerome Cusumano)