martes, 18 de diciembre de 2012

Zazenkai



El próximo zazenkai tendrá lugar el día 12 de enero 2013 en la calle del Atajo.
Y el día 13 de enero tendremos nuestra tradicional Comida de Año Nuevo (apuntarse con Fátima), a la que podéis acudir con familiares y/o amigos. 

Navidad 2012


FELICITACION NAVIDEÑA
En el calendario eclesial el Año Nuevo comienza con el tiempo de adviento y no con la  Nochevieja, cuando lo celebramos con cenas, uvas y fuegos artificiales. Antiguamente, esa época no se distinguía por la luminosidad en las calles, las decoraciones navideñas y el consumo exagerado al que casi nos obligan los anuncios y los hábitos modernos del bienestar, a pesar de la fuerte crisis que reina en nuestro país. En los tiempos sin electricidad, se vivía más según el ritmo de la naturaleza, con los días cada vez más cortos la vida transcurría más tranquila y retirada. En este tiempo se solían hacer también ayunos, en parte propiciados por la necesidad. Todo ello ha cambiado radicalmente. Parece que los villancicos en los comercios, tantas luces y adornos y diversiones para los niños son ya la misma Fiesta de Navidad en vez del adviento.
Al mismo tiempo de tener tantas cosas, parece que muchas personas echan algo en falta, y no hay pocas que dicen que están deseando que pasen estos días ruidosos con tantas obligaciones que nos hemos impuesto para celebrar la Navidad. Conviene recordar que el nacimiento del Hijo de Dios tiene que darse en nosotros mismos para sentirnos plenos, entonces no echaremos nada en falta. Con el fin de conseguir esto, deberíamos retirarnos diariamente un rato en soledad y silencio hasta que nuestros pensamientos dejen de tiranizarnos y confundirnos y el caos en nuestras cabezas se llegue a apaciguar. De esta manera preparamos la condición para nuestro nacimiento divino. La retirada al silencio nos parecerá al principio como un establo pobre. Nos sentimos separados de los demás, solos y abandonados – he ahí justo el momento en el que la Navidad puede suceder, donde el nacimiento de Cristo puede darse en nosotros. El niño que nace en Navidad es el símbolo de nuestro Ser auténtico que nace. En su libro ADONDE NOS LLEVA NUESTRO ANHELO, Willigis Jäger escribe (pág. 92):
El Hijo es el yo auténtico. ….. El Hijo quiere renacer todos los años en el alma de los seres humanos, pero es difícil encontrar una posada, pues todas están ocupadas. En nuestra alma no hay sitio porque nuestro ego tiene muchos deseos, tiene tantos invitados que lo único y verdadero no encuentra sitio. El nacimiento tiene lugar en el establo, que en el fondo es una cueva. Está bajo tierra, allí donde la oscuridad es mayor. El establo es una ruina. En ella entra el viento, el frío y los temporales. Podemos retirarnos a la casa en buen estado (la posada), porque en ella cerramos la puerta y nos encerramos entre cuatro paredes. Se trata de la limitación producida por nuestro ego. Pero esa casa tiene que derrumbarse, tiene que ponerse en duda, tiene que volverse permeable, tiene que destruirse. Su torre debe derrumbarse. La posada (o sea, la casa) está sobrecargada con los deseos del instinto. …. Tenemos que volvernos establo en el que pueda nacer el Hijo del hombre.
Os deseo a todos una Feliz Navidad y un Año Nuevo pleno, con mucha luz y ánimo para seguir nuestro Camino con el fin de transformarnos y, con ello, al mundo tan necesitado.
Carmen, Baika-An