miércoles, 30 de septiembre de 2015

Kenshukai Madrid 2015



Sobre el Kenshukai Madrid 2015


         El Kenshukai que tuvo lugar en Cristo de El Pardo desde el 1 al 10 de agosto 2015 y que hemos preparado con mucho esfuerzo, ilusión y cariño, dio un resultado realmente muy bueno. Hubo 55 participantes venidos de todas partes del mundo, más siete personas de nuestra sangha en calidad de equipo de apoyo: de Asturias Carmen O. y Loli. De Madrid: Marian, Javier, Fátima, Jorge y Mari Angeles. Muchas más personas de la sangha nos ayudaron tanto antes como después del Kenshukai.
         Gracias a todas estas ayudas, el encuentro salió perfecto y sumamente agradable, y los participantes se encontraron muy bien recibidos y cómodos, como una y otra vez nos repitieron, tanto verbalmente como por escrito después: lo encantados que estaban con el lugar, con nuestro grupo de ayudantes, tan pendientes de ellos, con la amabilidad de los responsables de la casa, y las instalaciones tan acogedoras, espaciosas, modernas y cómodas, en un sitio realmente ideal para un evento como el nuestro.  Un lugar retirado y cerca de un bosque de pinos, con unas magníficas vistas hacia la ciudad de Madrid desde los ventanales del comedor. El mismo Ryoun Roshi hizo hincapié en lo adecuado y bonito de la casa y del lugar.  La comida también recibió elogios,  espléndida, abundante y variada, aparte de vegetariana, como habíamos pedido.

         La primera noche  di la bienvenida y un amigo guitarrista, profesional,  Rodrigo, tocó dos piezas de Tárrega y dos piezas compuestas por él mismo, que gustaron mucho, y recibieron los elogios de los entendidos.
         Les hablé de mis actividades del Zen en los diversos lugares de España y, naturalmente, del Monte de Silencio. También enseñé el librito fotográfico que nos hizo Felipe sobre el Monte de Silencio y, la verdad, todos, incluido Ryoun Roshi se quedaron impresionados. Varias personas dijeron que les gustaría venir alguna vez a hacer la experiencia de ermitaños.
         El trabajo del Kenshukai en sí fue muy denso e intensivo. Ryoun Roshi nombró dos maestros ayudantes y una maestra asociada. También dio dos Teishos; el primero sobre El perro de Joshu, y el segundo sobre La mota de polvo de Fuketsu  (Shoyoroku 34). Otras tres personas dieron Teishos, el de Patrick Gallagher Bodhidharma sosiega la mente (Mumonkan 41) se ha publicado en el número de Kyosho actual, Sept./Oct. 2015,  y yo di un Teisho sobre Dogen y Zengen van a dar el pésame (Hekiganroku 55), que se publicará en el próximo número de Kyosho.


         En la mitad del Kenshukai hicimos una excursión a Madrid, incluida una visita al Museo del Prado. Quedaron impresionados tanto del Museo como de la ciudad. Algunos me comentaron que querían venir en un futuro a conocer España mejor, no se lo habían imaginado tan bonito. La guía fue extremadamente amable, aparte de eficiente, hasta tal punto que me preguntaron si era amiga mía.
         La última noche organizamos una fiesta con dos profesionales bailarines de Flamenco y Danza Española. Fue un éxito rotundo. Ryoun Roshi los filmó y me dijo que estaba impresionadísimo. Después de esa actuación oficial, llegaron las no oficiales: grupos de los  diversos países cantaron canciones nativas, y todos disfrutaron en un ambiente muy distendido y cordial, con vino, sidra, zumos.


         El último día, cuando Ryoun Roshi y otros ya se habían marchado, quedaron muchos para participar en la excursión a Toledo. Volvían pletóricos.
         Así que el esfuerzo tan grande que supuso esta organización mereció la pena con creces y ayudó a que los maestros de la Sanbo conocieran España, su gente, y el Zen que enseñamos aquí, mejor. Y viceversa: el grupo de apoyo conoció mejor nuestra escuela. En resumidas cuentas: algo muy beneficioso para todos.


Mi experiencia en el Kenshukai
Como integrante del equipo de apoyo en el Kenshukai deseo compartir mi profunda e inolvidable experiencia.
Nuestra misión consistió en estar pendientes de los maestros, que no les faltara nada y a la vez estar en un segundo plano. Éramos un equipo, todos remábamos en la misma dirección para que todo saliera perfecto y así ocurrió. Todo fluyó y encajó perfectamente.
El equipo de apoyo pudo practicar zazen con los maestros ¡¡¡Qué densa energía se percibía en el zendo!!! Ésta favorecía el abismarse con mayor facilidad.
También pudimos estar en los Teishos. Me llamó la atención que cuando finalizaban éstos, el resto de maestros iniciaban un turno espontáneo de preguntas – “un combate Dharma”, que siempre concluía con la intervención de Ryoun Roshi.
Yo no entendía nada porque no hablo inglés, pero me abría y mi interior sí captaba. Esto fue lo que me ocurrió con el Teisho de Carmen, a medida que iba dándolo empecé a llorar y llorar con mucha fuerza (y no lloro con facilidad), era llorar. Cuando Carmen finalizó su Teisho comenzaron las preguntas y todos le expresaron su agradecimiento por la enseñanza trasmitida y la profundidad de la misma. Incluso un maestro realizó ante ella una postración completa. Esta experiencia me reafirma que hay una comprensión mucho más profunda que las palabras y entendimiento.
Fue una oportunidad para conocer a un gran número de maestros de la Escuela Sanbô-zen, personas sencillas, cercanas, alegres, entrañables y muy, muy agradecidas.
También me di cuenta de que tenemos una maestra que nos enseña de forma exigente, disciplinada y adecuada; eso nos permitió participar con el resto de maestros sin interferir ni distorsionar su práctica. Y también me resultó evidente que es una maestra con una auténtica y profunda experiencia en el Camino, muy valorada por el resto de maestros y por Ryoun Roshi. Por ello, experimenté un profundo agradecimiento hacia ella.
La experiencia fue tan impactante y rica que todo el equipo de apoyo intentamos trasmitirles a los maestros lo bueno que sería permitir en los próximos Kenshukais la participación de miembros de las distintas sanghas organizadoras.
Reitero mi agradecimiento a Carmen y a la Escuela Sanbô-zen que me dio esta oportunidad única e irrepetible.
¡GRACIAS CARMEN POR TODO!
Loli