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INICIALES
Yamada
Ryôun
Informe de la
Ceremonia de los Preceptos
En el Zazenkai de San’un Zendo de enero 12, 2020 (domingo) – en lugar
de dar un teisho por la mañana – conduje la Ceremonia de los Preceptos (Jukai)
para ocho personas que habían expresado su deseo de recibir los preceptos.
Fue la 7ª Ceremonia de los Preceptos que administré (mencioné en el
anterior número de Kyosho que había dado los preceptos en el kenshukai de Haus
Ohrbeck por “5º vez” pero eso no era exacto; esa fue la 6º Ceremonia que
conduje. Mis disculpas por el error.) La primera Ceremonia de los Preceptos fue
el 25 de Julio (domingo) en el 2010 en el San’un Zendo, cuando 11 personas
(todas japonesas) recibieron los preceptos.
Las siguientes cinco Ceremonias de los Preceptos fueron todas dirigidas
en el extranjero con motivo de los kenshukais anuales fuera de Japón, cada una
llevada a cabo en agosto (o septiembre), así que los receptores de los
preceptos eran no-japoneses. Incluyendo a los participantes de la actual Ceremonia
de los Preceptos, en total 61 personas han recibido los preceptos. La actual ceremonia
fue la segunda en el San’un Zendo. El número de personas que han recibido los
preceptos en el San’un Zendo es de 19; así pues, las otras 42 personas eran no-japonesas.
Había algo
nuevo esta vez en la ceremonia. En las ocasiones anteriores escribí el “gatha”
para poner en el “rakusu” [takkesa-ge]
en la parte de atrás del “rajusu” con un pincel:
Grandes son
los ropajes de la Liberación
El traje de
la Felicidad sin forma.
Sinceramente recibo
la enseñanza del Tathagata
Que salva a
todos los seres vivos a lo largo y ancho.
Esta vez lo cambié por un solo circulo [ensô]. Espero que esto también
exprese el mundo del anterior “gatha” como un hecho claro y directo.
¿Qué significa dar o recibir los preceptos? Hablé sobre esto en los
Comentarios Iniciales del Kyosho 344 (editado en septiembre 1, 2010) justo
después de la ceremonia. Ahora, diez años después, con ocasión de la segunda
Ceremonia de los Preceptos en el San’un Zendo, me gustaría tratar este tema de
nuevo, aunque el contenido es básicamente el mismo:
En general se entiende que la Ceremonia de los Preceptos es una
ceremonia en la cual una persona se convierte formalmente en “budista”, así
pues, toda la ceremonia se correspondería con el bautismo cristiano en el que
una persona se convierte formalmente en cristiano. Es más, los “preceptos” son
entendidos como un código de conducta para los budistas, o la expresión de su
determinación interior de vivir de acuerdo con estos códigos. Pero esta
comprensión no refleja el significado real de la Ceremonia de los Preceptos.
¿Qué son los
“preceptos”?
Para
expresarlo justamente, los “preceptos” son nuestro ser verdadero. Es el nombre
dado a nuestra verdad esencial. Aquellos que estén trabajando con “koan”
tendrán eventualmente, al final de su entrenamiento con koan, un estado en el
cual se enfrentaran con los “preceptos” como la manifestación de su propia
esencia. Hay muchos preceptos como Los tres
Preceptos de Refugio, Los tres Preceptos Puros y los Diez Preceptos, todos
los cuales los estudiantes deben tratar como koan. De hecho, es un proceso
minucioso de tratar y clarificar plenamente nuestra propia esencia desde todos
los ángulos (por supuesto, sobra decir que el trabajo con cualquier koan no es
otra cosa que el proceso de clarificación de nuestro propio ser).
Consecuentemente, la Ceremonia de los Preceptos es una ceremonia en la
que te comprometes contigo mismo en que crees en tu verdadero ser y en
redescubrirlo con la experiencia, hasta que se personalice totalmente el ser
descubierto. No significa para nada que jurarás mantener estos códigos de
conducta dados desde el exterior. Estos preceptos deben de ser examinados
cuidadosamente en el cuarto de dokusan uno por uno pero, daré un ejemplo solo
para transmitir la imagen interior: El primero de los “Diez Preceptos” es el
famoso “Precepto de No Matar”.
Generalmente se toma como un mandamiento no matar a otro ser humano.
Pero esto no es exactamente cierto. El “Precepto de No Matar” es una expresión
de la esencia humana de que es profundamente imposible matar a la gente.
Despliega la esencia de nuestro ser sobre el que hablé en los Comentarios Iniciales
del Kyosho 240 “La gente no muere”. No puedo hablar aquí más sobre esto porque
pertenece a lo que se trata en el cuarto de dokusan pero, el mismo principio
aplica a todos los demás preceptos.
He desarrollado la esencia de la Ceremonia de los Preceptos, pero no
os estoy persuadiendo para que recibáis los preceptos ceremonialmente. Aunque
estéis convencidos por estas explicaciones sobre los preceptos, cada uno de
vosotros tiene una posición y situación personal. Cada uno de vosotros puede
pensar y juzgar libremente este tema, considerando individualmente sus
circunstancias personales.
(traducido por Mari-Ángeles Herrán de la versión en inglés por Sato Migaku)